Una vez cruzado el puente enseguida veremos la ermita y ya continuaremos el camino más o menos en constante subida y contemplando la hermosura del río Bellós y de todos los bosques de pinos y hayas por los que nos adentraremos para llegar a nuestro destino. Después de 9 km de caminata llegaremos al bosque de hayas conocido como la selva plana y un poco más adelante al paraje conocido como la Ripareta.

La Ripareta es un agradable plano junto al río rodeado de Hayas y pastizales, si estamos cansados esté será un sitio ideal para tomar un descanso y reponer fuerzas para afrontar el tramo final. Desde aquí continuaremos hacia el norte atravesando el barranco de la Pardina y en aproximadamente hora y media más el paisaje ya se abrirá ante nosotros y veremos como el cañón del añisclo se abre ante nosotros mostrándonos toda su majestuosidad y la espectacular surgencia de la Fuenblanca.

En este punto en el que nos encontraremos a 1700 metros de altitud, veremos un pequeño refugio pastoril, el cual será nuestro punto final para contemplar la cascada de la Fuenblanca y emprender el largo camino de vuelta. En definitiva, una excursión espectacular para conocer el interior del cañón del Anisclo, pero que hay que tomársela con tiempo, ya que puede llegar a hacerse largo el camino de vuelta porque recorreremos cerca de 30 km en total