La ruta que va desde Torla hasta la Pradera de Ordesa, pasando por las impresionantes cascadas de Molinieto, Tamborretera y la de los Abetos, es una de las más icónicas y completas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este recorrido, de gran riqueza paisajística y natural, ofrece una experiencia inmersiva en el corazón de Ordesa, combinando la tranquilidad del bosque con la majestuosidad de las montañas y la serenidad de las cascadas.

El sendero comienza en el pintoresco pueblo de Torla, una puerta de entrada al parque que ya desde sus primeros metros te envuelve en un ambiente de paz y naturaleza. Aparcamos el coche en el parking que se encuentra junto al centro de visitantes y tomamos la senda que nos lleva cuesta abajo hacia el puente de la Glera. Atravesamos el puente que cruza el río Ara y cogemos un camino bien marcado a la izquierda. A medida que avanzas, el camino sigue en su primer tramo el curso del río Ara, cuya presencia constante aporta una sensación de frescura y vitalidad. Este río, con sus aguas cristalinas y su murmullo continuo, es el hilo conductor de una ruta que destaca por la belleza de sus paisajes y la variedad de su vegetación.

El primer tramo una vez pasado el puente de la Glera es prácticamente llano y enseguida podemos tomar un pequeño desvío marcado como el número 1 en el mapa para ver la bonita zona de la cascada del molino en la que nos podremos llevar una bonita foto de recuerdo con las aguas turquesas del río Ara en primer plano y las majestuosas montañas de Ordesa de fondo.

Sacamos la foto de rigor y volvemos al camino que enseguida se convierte en senda, en todo momento seguiremos las indicaciones de Pradera de Ordesa por Turieto Bajo.

Al llegar al desvío del puente de los navarros, nosotros seguimos a la derecha camino de Turieto bajo, la senda se empina bastante.

La segunda parada en esta ruta es la Cascada de Molinieto. La cascada la podemos ver desde lo alto del barranco.

Continuamos el ascenso y poco a poco el terreno se suaviza buscando el curso del río Arazas, el sendero te lleva a la Cascada de Tamborretera, una caída de agua más vigorosa y sonora que resuena entre las paredes de roca. Este tramo de la ruta es especialmente espectacular, con el agua precipitándose con fuerza y el paisaje volviéndose cada vez más montañoso. La vista de la cascada, enmarcada por las laderas cubiertas de pinos y abetos, es una de las imágenes más memorables del recorrido.

La última cascada del recorrido es la de los Abetos, un lugar que destaca por su belleza serena y su entorno boscoso. Rodeada por altos abetos que parecen custodiarla, esta cascada ofrece un momento de calma y reflexión en el corazón del valle. El agua cae en un salto elegante, y el entorno invita a relajarse y disfrutar del susurro del viento entre los árboles.

Nuestra próxima parada es el monumento a Lucien Briet, escritor, fotógrafo y explorador francés que fue el primero en reivindicar la protección del parque de Ordesa. Atravesamos el puente que hay junto a su placa y ya tenemos ante nosotros muy cerca la pradera. Solo nos queda ya, cruzar la carretera y realizar los últimos 200 metros hasta llegar a a la pradera de Ordesa, un amplio espacio verde rodeado por imponentes paredes de roca y montañas. Este es el lugar perfecto para detenerse, descansar y maravillarse con el paisaje que te rodea. La pradera, con sus vistas panorámicas y su ambiente sereno, es un destino ideal para concluir una caminata llena de belleza natural y paisajes inolvidables. En este espacio disponemos de baños públicos, zona de pícnic y restaurante en temporada alta.

En resumen, esta ruta desde Torla hasta la Pradera de Ordesa, con las visitas a las cascadas de Molinieto, Tamborretera y la de los Abetos, es una experiencia completa que combina la majestuosidad del Pirineo con la tranquilidad de sus bosques y la serenidad de sus aguas. Es ideal para quienes buscan una conexión profunda con la naturaleza en un entorno poco masificado, único y espectacular.